miércoles, 8 de febrero de 2012

Sobre los fundamentos del dibujo




Documento en construcción a partir de las clases de Dibujo y Pintura que dicto en Chidaram




La Línea: fundamentos

Las nociones del punto como la línea y el plano (aunque este último encuentra aplicaciones tridimensionales) son nociones abstractas, puesto que son elementos, en teoría, mono o bidimensionales, los cuales sólo podrían existir en un mundo o universo de dichas características.

Puesto que en el universo en el que nos desarrollamos actualmente es un universo tridimensional, lo que vemos o comprendemos de estas nociones es su reflejo tridimensional.

Cuando observamos un objeto, nos es imposible ver la totalidad de este. Solo vemos una cara de éste pero estamos perdiendo la parte posterior del mismo. El objeto nos aparece limitado en el espacio por una “línea” de contorno que representa el límite entre el elemento y el espacio que lo rodea.

También al observar un cubo que se presenta ante nosotros desvelando dos de sus caras laterales vemos que en la intersección de dichas caras nos aparece una “línea” que delimita dichas caras.

Los cables de luz tendidos sobre los postes a lo largo de una carretera nos aparece también como líneas trazadas en el plano (?) del cielo.

Una línea se define en geometría como una sucesión de puntos; esto indica que es el elemento que sigue inmediatamente al punto, teniendo una característica adicional sobre la del punto que sería la dirección. Una línea crea una dirección (o más bien dos opuestas) lo cual le confiere una longitud, así como una infinidad de formas también catalogadas.

La línea recta y la línea curva, esencialmente son las dos clases de líneas que encontramos en el plano. Estas a su vez se subdividen según su posición y dirección en éste.


1.1.Línea en el dibujo.

Si bien todos estamos familiarizados con la definición geométrica de línea, descrita anteriormente, la línea para el artista plástico va micho más allá de este concepto para alcanzar la dimensión de identidad a través del gesto. La línea en el dibujo es el elemento de expresión fundamental del artista plástico, y resume dentro de sus cualidades todo el control y habilidad del dibujante. Por medio de una línea podemos saber quién es el individuo y cuál es su capacidad.

Para el artista, la línea es un gesto que tiene una serie de características controladas y conscientes como son:

La intensidad.

La presión ejercida con la herramienta de dibujo (ej.: carboncillo) sobre el soporte debe ser controlada con suma precisión. Por lo general, es indispensable poder trazar líneas sumamente suaves y hasta casi imperceptibles, que nos permitan estructurar un dibujo pero que podamos quitar después sin necesidad de utilizar un borrador, ya que éste maltrata la superficie del soporte, creando una textura que siempre generará manchas en el dibujo.

En la medida que avanzamos con el dibujo, aquellos trazos que vayan teniendo un carácter más definitivo serían trazados con mayor intensidad o presión, para poder diferenciarlos de los demás y así no perderse dentro del dibujo.

Cuando se dibuja en carboncillo, es importante tener en cuenta ¡que éste no es un lápiz! Es decir que no debemos tomarlo entre los dedos de la misma manera que lo hacemos cuando escribimos. Piense en tomar el carboncillo desde su extremo, para trazar solamente con la presión dada por el peso del mismo o con un mínimo de presión sobre él para así poder dibujar suavemente.

La longitud.

Necesitamos entrenar al ojo y a la mano a ser capaces de controlar las dimensiones y las longitudes. El artista entrenado podría trazar líneas de longitudes determinadas a ojo, con relativa precisión.

Se recomienda ejercitar esta habilidad trazando líneas a pulso de una dimensión decidida previamente, y luego comparar con un metro o una regla para ver que tan cerca estamos, y repetir este ejercicio en direcciones diferentes tan a menudo como se pueda para ir entrenando la mano


El inicio y el final.

A diferencia de una raya cualquiera donde el inicio es bastante errático, y su final sucede simplemente cuando se retira el carboncillo de la hoja de papel, suceda donde suceda, la línea debe tener un inicio y un final claros y precisos. Esto es importante porque permite controlar el trazo y darle mayor seguridad, carácter, y sobre todo permite eliminar la costumbre de dibujar mediante liniecitas “peludas” compuestas por un sinfín de trazos para alcanzar un símil de contorno en los dibujos.

Se recomienda visualizar la línea mentalmente antes de trazarla, luego ubicar el carboncillo en el punto de inicio, dirigir la mirada al punto donde queremos llegar, y sin dejar de mirar el punto de destino, trazar el gesto hasta ahí.

La línea debe sentirse, no mirarse, mientras se traza: ¡es como si el tenista mirase la raqueta mientras trata de golpear a la pelota! Si lo hiciera, jamás lograría darle a la pelota, y mucho menos enviarla al sitio deseado en la cancha.

La velocidad.

Una línea trazada demasiado lentamente será una línea insegura, débil, y probablemente de una forma errática e incontrolable. Aunque se sientan inseguros al principio, traten de hacer sus líneas con cierta velocidad para que la mano se acostumbre al trazo y al manejo del espacio.

Por otro lado una línea demasiado rápida es difícil controlarla y más aún detenerla donde se quiere. La línea debe ser segura pero siempre bajo control.

La pulsación o gradación tonal.

Para aprender a controlar las principales propiedades de la línea que necesitamos por el momento, y dado que cuando se comienza con estos ejercicio estamos luchando siempre contra los hábitos adquiridos con anterioridad, heredados de los sistemas de aprendizaje de la escritura cuando éramos niños, conviene que “Exageremos” algunas de estas cualidades para que la mano se acostumbre.

Así, sugiero que tanto en el inicio como hacia el final del trazo, la presión de la línea sea mayor que en el medio, de tal forma que la línea produzca un degradado que inicia en un tono medio, se va aclarando hasta ser casi imperceptible, y luego vuelve a reafirmarse hasta terminar en un tono similar al del comienzo.

Esto ayudará a acostumbrarse a controlar el inicio y el final del trazo y le brindará mayor seguridad a la mano.

La forma.

Obviamente la línea define una forma y una dirección específicas, y dentro de este campo puede haber una infinidad de ellas, pero hay una serie de formas que son importantes porque resumen una serie de gestos no solamente comunes en el dibujo sino también que nos ayudarán a adquirir habilidades particulares y necesarias.

Lo primero es que debemos comprender la importancia de la direccionalidad de la línea:

A todos nosotros nos enseñaron, cuando éramos niños, que se escribe de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo.

Se nos enseñó a que un círculo se hace en la dirección contraria a las manecillas del reloj, (porque ése es el gesto que se hace para hacer la “A”) porque por medio de estas restricciones impuestas al niño logramos que éste adquiera conciencia, y por medio de ella control sobre su mano y automatización del gesto.

El problema es que si bien este tipo de condicionamiento es vital para alcanzar el dominio de la escritura, y luego por medio de ella del pensamiento lógico, también coartan de gran manera la capacidad creativa “espontánea” del niño y futuro dibujante.

Si bien es cierto que un medio escrito se lee de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo (al menos en las culturas occidentales), en las artes plásticas el espacio del cuadro y el espacio de la hoja de papel debe poder leerse en todas las direcciones. Es más: de hecho uno de los propósitos fundamentales en un cuadro debe ser el de guiar la mirada del espectador por un recorrido diseñado por el artista, para que no se “salga” del cuadro sino que siga dando vueltas dentro de él y así pueda descubrir todos sus detalles y contenidos.

Imaginen por un momento que están haciendo un dibujo de un formato grande (por ejemplo un pliego) en el cual las líneas que componen los contornos de los objetos van en diferentes direcciones (obvio) si no podemos trazar las líneas en cualquier dirección con la misma habilidad, ¿entonces tendremos que estar dándole vueltas a la hoja de papel en todas las direcciones para que la mano pueda acomodarse a la dirección a trazar? ¿Un tanto complicado?

  • Para todos nosotros las líneas de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba, y particularmente en diagonal ascendente desde la esquina inferior derecha de la hoja resultan mucho más difíciles e inseguras que sus contrarios. Razón por la cual es importante que acostumbremos nuestra mano a trazar en TODAS las direcciones.
En cuanto a las líneas fundamentales que necesitamos practicar y dominar, están las siguientes:

a)Línea recta:

Fundamental, necesitamos ser capaces de trazar líneas rectas en todos los sentidos y por sobre todo ser capaces de llevar la línea a un punto preciso en el espacio.

b)“S” itálica:

Es una línea sinuosa cuya forma se asemeja a una “S” bastante alargada y que además es simétrica. Es decir que si trazamos un eje de extremo a extremo de la s itálica, el eje cortará la misma justamente en la mitad, y la distancia entre el eje y el punto más alejado de los arcos debe ser la misma en ambos arcos.

Esta línea debe trazarse en todas las direcciones, tanto en “S” como si la viéramos en un espejo.

c)Herradura:

Como su nombre lo indica es una forma ovalada que queda abierta en su base. También simétrica: los puntos de inicio y final han de quedar a la misma altura, y al trazar un eje por la mitad de la herradura ambos lados deben ser iguales como imágenes reflejadas.

d)Elipse abierta:

Es básicamente un círculo visto en perspectiva, pero que también queda abierta en su base y los puntos de inicio y final se encuentran encontrados frente a frente, equidistantes de un eje central.

e)Espiral:

Una línea curva constante (concéntrica) que parte de un centro y va dando vuelas sobre sí misma alejándose del inicio con una separación siempre constante.

Esta línea debe hacerse comenzando en el sentido de las manecillas del reloj y también en el sentido contrario

Ejercicios fundamentales.

De control espacial:

Primero que todo, la línea recta. Recomiendo hacer planas de líneas rectas en todas las direcciones de la hoja de papel, de lado a lado de la hoja siempre, para acostumbrar la mano a manejar la totalidad del espacio pictórico.

Es importante no olvidar nunca las propiedades de la línea que se describen anteriormente, y tratar de concentrarse en que cada vez la línea sea más clara, más suave y mas recta que las anteriores.

Casi que el ejercicio empieza a cumplir su función cuando ya no se puede distinguir la línea que estamos haciendo de las que ya están en la hoja. Haga todos los trazos en la misma hoja de papel hasta que esta parezca de un gris claro uniforme (prácticamente).

Este ejercicio debe hacerse si posible a diario, por lo menos durante unos diez minutos cada vez.

De Dirección:

Otro ejercicio fundamental es el de ubicar un punto cerca de un extremo del papel, y luego trazar líneas rectas desde todos los lados de la hoja hasta ese punto, luego pondremos otro punto y repetiremos el ejercicio, y así sucesivamente. Esto enseñará al ojo y a la mano a controlar la direccionalidad y la proporción del gesto.

Este ejercicio debe hacerse si posible unas tres o cuatro veces por semana, por lo menos durante unos diez minutos cada vez.

De dimensión:


Como lo describo en el punto dedicado a la longitud: se recomienda ejercitar esta habilidad trazando líneas a pulso de una dimensión decidida previamente, y luego comparar con un metro o una regla para ver que tan cerca estamos, y repetir este ejercicio en direcciones diferentes tan a menudo como se pueda para ir entrenando la mano.

Entre más se practique, más rápido la mano aprenderá a controlar la dimensión del trazo, y así nuestro ojo aprenderá a calcular los tamaños y las dimensiones con gran precisión.

De forma:

Al igual que el primer ejercicio recomendado, es conveniente practicar las otras formas de líneas tanto como sea posible, siguiendo los mismos parámetros…
 

6 comentarios:

  1. Te sigo por facebook y acabo de ver que has creado este blog. Por supuesto también te sigo desde aquí. Admiro profundamente tu trabajo. Tu obra es magnífica, así que tener la posibilidad de seguir tus clases en la distancia es una gran oportunidad. Gracias por compartir tus conocimientos. Un saludo, Itziar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te agradezco enormemente Itziar. Te agradecería que registraras aqui todo comentario o pregunta que pudieras tener, o sugerencias sobre temas que te gustaría que desarrollaramos en este blog.
      Un abrazo

      Eliminar
    2. Lo haré encantada Alfredo. Muestras una gran generosidad en el enfoque de este blog, y la verdad, es que una no deja nunca de aprender. Después de pasar alguna que otra crisis con los pinceles, poco a poco voy retomando el oficio, pero cuesta mucho, después de un largo periodo sin practicar, recuperarse de las heridas. Así que surgiran muuuuchas dudas, dalo por hecho. Muchas gracias por tu ofrecimiento y generosidad, de verdad. Te tomo la palabra.
      Por supuesto, también te invito a que visites mi blog, donde tengo expuesta, de momento, obra antigua (algunos cuadros son incluso de cuando estudiaba la carrera) Me gustará saber tu opinión más sincera, porque la crítica siempre que sea constructiva ayuda a crecer como persona y como artista.
      Otro abrazo para ti.
      Hasta pronto.

      Eliminar
  2. tu eres un gran artista y me gusta mucho la forma de trabajar y esa fuerza le impregna a los trabajos se aprende mucho... dese aqui dominican republic, un admirador

    ResponderEliminar
  3. muchas gracias maestro! he tenido la oportunidad de ver su obra : "damitas" y me parece fascinante , GRACIAS por compartir el conocimiento , saludos desde cartagena.

    ResponderEliminar